Gracias a esta acción, de neutralizar los radicales libres que se generan durante el proceso de respiración y evitar esta oxidación tiene un papel preventivo clave en la aparición y desarrollo de enfermedades degenerativas, cardiovaculares o en el cáncer.
Un aporte adecuado de este nutriente, por complejos mecanismos metabólicos, reduce además la necesidad de vitamina A y favorece la acción anti oxidante de los beta carotenos y la vitamina C. Además, fortalece el sistema inmune.
La carencia de este nutriente, por el contrario, puede llevar a degeneración muscular, anemias o incluso trastornos neurológicos o en la reproducción.
En el caso de los hombres, la vitamina E también contribuye a una mejor calidad del semen y de los espermatozoides. De forma general, este potente antioxidante también es considerado de gran ayuda para mantener una piel sana y más joven.
Con respecto a las necesidades diarias mínimas de la vitamina E, se puede decir que en adultos ronda entre los 10 y 12 mg (su equivalente es de una diez cucharadas de aceite de oliva, dos de aceite de girasol o dos puñados -50 gramos- dealmendras o avellanas).
Si bien su falta no es frecuente, y excepcional, estos casos se vinculan, como se dijo, con una destrucción de los glóbulos rojos, degeneración muscular, trastornos de la reproducción y problemas neurológicos debido a una mala conducción de los impulsos nerviosos