miércoles, 11 de julio de 2012

NUESTRAS MANOS

Las manos, junto al rostro, son s partes del cuerpo que siempre están a la vista. Su aspecto y apariencia muestran detalles muy significativos sobre las personas y por eso, es importante saber
Tan solo observando las manos de alguien, podemos averiguar cómo es la persona que las sujeta. El aspecto de las manos revela el cuidado o abandono al que están sometidas y los movimientos refinados o toscos, el dinamismo o falta de agilidad, etc. En definitiva, las manos son grandes fuentes de información para quiénes las observan.

El reflejo de nuestra persona
Las manos se utilizan para saludar, acariciar, gesticular, dar un masaje u aplicar un cosmético. Por ello, es fundamental saber trasmitir al cliente la importancia de su cuidado. El deterioro del rostro puede esconderse tras un excelente maquillaje y el mal estado del cabello, bajo un gorro o un sombrero; pero las manos, inexorablemente, dejan entrever el paso de los años y las agresiones recibidas.

La piel de la palma de la mano posee una estructura espesa y resistente, mientras que la del dorso tiene una epidermis fina y frágil que cuenta con escasas glándulas sebáceas y sudoríparas. Estas características fisiológicas explican su fragilidad: con la edad, la piel pierde elasticidad, disminuye la grasa hipodérmica, se relajan los tejidos y aparecen manchas oscuras. Si no se protege adecuadamente, tiende a secarse, presentar deshidratación y, como consecuencia, a volverse áspera y rugosa y envejecer prematuramente.

Estas eternas sufridoras están permanentemente en contacto con numerosos agentes externos que las deterioran. Inclemencias del tiempo, polvo, productos químicos, agentes irritantes, continuos lavados con jabones agresivos, adelgazamientos bruscos y un largo etcétera de factores, son los que influyen determinantemente en su aspecto. El sol, por su parte, las castiga incesantemente, ya que suelen ser las únicas partes que no reciben loción protectora, ni tratamientos para después de la exposición solar. Con el paso del tiempo, este abandono pasa factura, favoreciendo la aparición de las temidas manchas que envejecen el aspecto general de cualquier persona. No debemos olvidar que, al igual que el rostro, las manos son grandes delatoras de nuestra edad.

¿Cómo recuperarlas y mantenerlas?
Hace algunos años, el cuidado de las manos se limitaba a la tradicional y rutinaria manicura. Los tiempos han cambiado y hoy en día, los profesionales estamos prácticamente obligados a ofrecer una gran variedad de servicios (como tratamientos rejuvenecedores, aplicaciones de barros, baños de parafina, masajes de drenaje linfático, depilaciones, tinte de bello, baños de vapor, mascarillas vitalizantes, cremas hidratantes y nutritivas, tratamientos naturales, aplicación de uñas de porcelana, de gel, decoraciones de uñas, etc.).

Por otra parte, la gama de cosméticos para este uso es ya bastante amplia: desde esmaltes hasta juegos de limas y alicates, pasando por peeling y mascarillas específicas, cremas antimanchas, cicatrizantes de grietas, endurecedores de uñas, pulidoras, suavizantes de cutículas, sueros reparadores, mascarillas fortalecedoras de uñas, palitos de naranjo y pegamentos para uñas rotas, entre muchos otros.

No obstante, la cosmética natural es una opción cada día más solicitada. Los clientes que se interesan por los cuidados naturales y por las propiedades cosméticas que ofrecen los aceites vegetales augmenta cada día.