Los múltiples beneficios del kiwi para la salud la hacen una fruta indispensable en la cocina. Es buena para aquellas personas que sufren de estreñimiento y problemas digestivos, gracias a una enzima que permite disolver las proteínas. Además, sus altos niveles de potasio ayudan a regular la presión arterial manteniendo en balance los niveles de electrolitos.
Los antioxidantes que se encuentran en el kiwi no sólo nos ayudan a protegernos de un montón de enfermedades, sino también a prevenir el daño del ADN y mejorar el sistema inmune.
Antioxidantes y vitamina C
Estos son los dos nutrientes principales del
kiwi. En el caso de la vitamina C, cuenta con 98 mg por cada 100 gramos, teniendo más que las naranjas y los limones (casi el doble). Sólo es superado este valor por las guayabas y las grosellas. Una pieza de kiwi nos aporta más del 80% del requerimiento diario de vitamina C.
Se aconseja consumirlo por la mañana en del desayuno. Entre las propiedades de esta vitamina podemos encontrar: refuerza el sistema inmunitario, rebaja la hipertensión, evita el cáncer y las alergias y resfriados.
La vitamina C es un potente antioxidante, cuya capacidad de neutralizar los radicales libres convierte al kiwi en un perfecto neutralizador de los daños corporales de todo tipo, sobre todo los que tienen que ver con el envejecimiento. Comer esta fruta permite mantener las células más jóvenes y conservar la salud del cuerpo en general.
Se aconseja en las personas fumadoras o que beben mucho alcohol, los que padecen diabetes o alergias, las mujeres embarazadas, los ancianos, los que sufrieron fracturas de huesos o rotura de ligamentos, las mujeres en la menopausia, los que tienen problemas en la vista como cataratas y los que tienen enfermedades inmo deficientes como el SIDA o el herpes.
Reduce el estrés y los nervios
El kiwi es una fruta ideal para los tiempos modernos. Debido a la gran cantidad de vitamina C, puede evitar
el nerviosismo y la ansiedad. También es perfecto para reducir el estrés.
Nos permite sentirnos más tranquilos y enfrentarnos a los problemas u obstáculos que aparecen en nuestra vida. Los médicos recomiendan comer un kiwi antes de una entrevista de trabajo o una reunión importante, para reducir la tensión.
Disminuye el estreñimiento
Al tratarse de una fruta repleta de fibra soluble, el kiwi ayuda en la digestión y mejora el tránsito intestinal, por lo que previene
el estreñimiento.
Si se consume en el desayuno ayudará mucho más en este aspecto. Se puede comer con otras frutas, yogur, kéfir o cereales a la mañana. Favorece la expulsión de heces.
Sirve para adelgazar y eliminar la retención de líquidos
Al tener un gran porcentaje de agua y un nivel calórico intermedio (63 Kcal cada 100 gramos), permite bajar de peso y sentirse más saciado. A su vez, no posee demasiado sodio, siendo perfecto para las dietas de adelgazamiento y para perder agua, sobre todo en el caso de embarazadas. El kiwi es muy diurético y no debe faltar en la alimentación de los que sufren de obesidad o sobrepeso. Es útil en casos de insuficiencia cardíaca o hepática.
Ayuda a la digestión
Como se dijo antes, el kiwi es muy
digestivo y permite disgregar las proteínas de los alimentos, así como también evitar la indigestión, la gastritis y los gases. La presencia de estas proteínas permiten combinar esta fruta con leche o gelatina.
Mejora la circulación de la sangre
Al contener vitamina E y ácidos grasos Omega 3 y 6, el kiwi fluidifica la sangre, mejorando el estado general de las arterias. Esto evita la formación de trombos o coágulos en los vasos sanguíneos. Esta fruta sirve para proteger contra trombosis, angina de pecho, derrames cerebrales e infartos. Y como si esto fuera poco, el kiwi y su fibra, permiten reducir los niveles de colesterol en sangre.
Mejora los huesos
Esto incluye cualquier elemento óseo del cuerpo, es decir, también los dientes. Esta propiedad es debido a los minerales presentes en el kiwi, los cuáles son cobre, magnesio y potasio. Una pieza de la fruta cubre el 10% de las necesidades básicas de los tres.
Permiten mejorar el desarrollo de los huesos y también el funcionamiento de los nervios, músculos y órganos.
Favorece el sistema inmunitario
Esto significa evitar los resfriados y subir las defensas, debido a la gran cantidad de ácido fólico presente en el kiwi, sumado a la vitamina C. Permiten ambos nutrientes producir más glóbulos rojos y blancos, así como también anticuerpos, que funcionan como barrera de las enfermedades producidas por virus.
También debido a la vitamina C, que aumenta la absorción del hierro de lo que consumimos. Se aconseja comer kiwis en los pacientes con anemia ferropénica para acelerar la recuperación.
Filtra los rayos solares
Si eres una persona muy sensible a los rayos UV, no dudes en comer kiwi. La luteína que contiene (también presente en la acelga, los brócolis y las espinacas) actúa como un filtro de protección natural para
tu piel.