miércoles, 28 de noviembre de 2012

¿TU BEBE TIENE PROBLEMAS DE REGURGITACIÓN?

Definimos la regurgitación como un mecanismo de autorregulación mediante el cual el recién nacido expulsa el exceso de leche. En otras palabras, es la emisión de la leche que todavía no se ha digerido. Se reconoce porque todavía no tiene el típico aspecto, similar al requesón, que sí adquiere cuando ya se ha iniciado el proceso digestivo.

Se trata de un fenómeno fisiológico que no debe preocupar. Muy probablemente, se debe a un desarrollo incompleto del cardias, una pequeña válvula situada entre el esófago y el estómago que regula el paso de los alimentos. En el primer mes, lo sufren el 90 % de los recién nacidos, mientras que el fenómeno tiende a disminuir alrededor de los tres o cuatro meses, hasta desaparecer por completo antes de cumplir el primer año.

En ocasiones el bebe aparentemente regurgita mucha leche, y las madres se preocupan de que el bebe se haya quedado sin ingerir el alimento necesario, sin embargo la leche regurgitada equivale a pocos gramos, que, además, están mezclados con saliva y mucosidad. La cantidad de alimento ingerida, por lo tanto, no sufre cambios sustanciales.

Sigue las siguientes recomendaciones y podrás reducir el problema sustancialmente:
 - Es preferible darle de comer poco, pero a menudo.
 - Si al bebe no le das el pecho, hoy en día hay leches en el mercado, como NAN AR que ayudan a minimizar el problema.
 - La leche que escojamos, la tetina y el biberón pueden contribuir a una mejoría sustancial del problema.
 - Evitar los movimientos bruscos
 - Se debe evitar la posición acostada durante la toma.
  - Por ultimo, una de las mejores recomendaciones es tener un buen babero

De todos modos el paso del tiempo, que lleva asociado el consumo de alimentos sólidos, mayor verticalidad y un cierre de la boca del estómago más eficiente, disminuye y, al final, acaba con estos episodios.

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