Como Evitar Las Molestas Rozaduras De Tu Bebe

Que nuestros bebés sufran una rozadura es algo casi inevitable, pero está en nosotras como madres y el cuidado y atención que les demos para hacer que esto sea esporádico y sin llegar a más. El primer error que podemos estar cometiendo es el minimizar el problema; una rozadura si bien comienza como una leve irritación de la piel del bebé puede llegar a complicarse hasta producir sangrado o infectarse.

Causas de las rozaduras en bebés

Las causas pueden ser varias, principalmente la constante fricción del pañal sobre su piel. Si notas que este es el caso, la recomendación es cambiar de marca de pañales, ya que algunos tienen demasiado plástico que les roza al moverse.

Si vives en un lugar cálido seguramente las rozaduras serán el pan de cada día en tu bebé; la recomendación en este caso es mantener a tu bebé lo más fresco posible para evitar que sude y con esto se roce. Además te aconsejo utilizar talco al colocar el pañal, sobre todo en la espalda baja y las ingles, para mantener la zona seca.

Otro principal causante de la irritación y con esto rozaduras es el contacto prolongado con la orina y más aún si hace popó, por eso cambia el pañal con frecuencia. Se recomienda cada 4 hora en promedio.

Baña a tu pequeño diariamente, y de no ser posible limpia toda su zona con toallitas húmedas entre cada cambio de pañal.

Cómo aliviar las rozaduras

Cuando una rozadura ya es algo inevitable, puedes hacer que esta sea mínima y no empeore actuando a tiempo.

Si notas desde el principio un enrojecimiento en la piel o las típicas ronchitas es hora de aplicar óxido de zinc, una pomada que actúa de inmediato secando la zona.

Si la rozadura ya es un poco más fuerte, entonces puedes combinar la misma pomada con un poco de pomada antimicótica. Sigue con la misma higiene y aplica después de cada cambio de pañal.

Un remedio casero muy efectivo es enjuagar después del baño con agua con manzanilla, o bien humedece un trapo y limpia la zona antes de aplicar las pomadas.

Recuerda que cualquier duda o complicación debes consultarla con el pediatra.